domingo, 29 de octubre de 2017

DESHIDRATACIÓN E HIPERHIDRATACIÓN

DESHIDRATACIÓN:

La deshidratación tiene lugar cuando nuestro cuerpo pierde más líquidos de los que se ingieren, y por lo tanto, el organismo no tiene suficiente agua ni otros líquidos para llevar a cabo las funciones normales. Si la deshidratación llega a unos niveles extremos, podría causar la muerte.

Los bebés y los niños, son más propensos a la deshidratación, ya que, su cuerpo está constituido de entre un 65-70% de agua. En una persona adulta, el agua corresponde aproximadamente a 2/3 del cuerpo.

El agua tiene un papel fundamental en nuestro cuerpo, y una vez que disminuyen los niveles, deben ser reemplazados. Un desequilibrio entre las sales y el azúcar en el cuerpo podría afectar a las funciones corporales.

La deshidratación puede ser causada por:

- Diarreas.
- Vómitos.
- Transpiración.
- Micción excesiva y frecuente.

SÍNTOMAS DE LA DESHIDRATACIÓN:


Los bebés son más vulnerables, y se debe presentar especial atención a los siguientes síntomas:


Ya sea una deshidratación leve, moderada o grave, los líquidos perdidos deben ser reemplazados de forma inmediata para evitar complicaciones.

Beber de forma frecuente, o tener una botella de agua a mano en días calurosos o después de realizar ejercicio, son medidas básicas para prevenir la deshidratación.


HIPERHIDRATACIÓN:

Beber agua en exceso no es beneficioso, ya que altera el equilibrio entre agua y sodio en nuestro organismo. La sobrehidratación puede ser causada bien porque nuestra ingesta de agua es superior a la que debería ser, o bien por ciertas enfermedades que aumentan la retención de líquidos, como por ejemplo: enfermedad hepática, problemas renales, insuficiencia cardíaca o síndrome de hormona antidiurética.

Los riñones no son capaces de eliminar todo el agua mediante la orina, y por lo tanto nuestro cuerpo retiene agua. 

SÍNTOMAS DE LA HIPERHIDRATACIÓN:

- Aumento de la presión arterial.
- Formación de edema.
- Arritmias cardíacas.
- Diarrea.
- Vómitos.
- Poliuria.
- Nauseas.
- Cefalea
- Cambios en el estado mental, como la desorientación. 
- Debilidad muscular.

Ante una persona que sufre de hiperhidratación, la restricción de líquidos es la primera medida que debemos tomar. Además el uso de diuréticos, puede ayudar a eliminar el exceso de agua.



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