La evaluación del estado nutricional consiste en conocer el grado de salud de un individuo, es decir, conocer si las necesidades del organismo están cubiertas, o bien si existen deficiencias o excesos.
Para realizar una evaluación nutricional en adultos, debemos de tener en cuenta:
- La historia clínica, el estilo de vida del individuo, su cultura y datos socioeconómicos y psicosociales: estos datos nos permiten valorar los factores que influyen en los hábitos alimentarios y detectar si existen deficiencias nutricionales.
- Historia dietética: nos proporciona información sobre la dieta del individuo (hábitos alimentarios y alimentos que consume) en la que podemos detectar alteraciones por exceso o por defecto antes de la aparición de signos clínicos.
En la siguiente tabla podemos observar diferentes formas de evaluar la ingesta de alimentos del individuo.
- Parámetros antropométricos y composición corporal: consiste en evaluar el tamaño corporal y la proporción entre talla y peso.
Respecto al peso, este es un buen parámetro para la evaluación nutricional del individuo. En la siguiente tabla podemos ver los diferentes grados de peso según el IMC de la persona.
Respecto a la composición corporal, es importante la circunferencia de la cintura o el perímetro abdominal. Nos ayuda a conocer la distribución de grasa corporal y determinar el tipo de obesidad. También se utiliza el índice de cintura cadera y la circunferencia o perímetro del brazo.
- Datos bioquímicos: los valores de algunos parámetros bioquímicos se utilizan como marcadores del estado nutricional. Se observan los valores de: creatinina, concentraciones plasmáticas de proteínas, albúmina, transferrina, proteína ligada al retinol, pruebas de inmunidad y proteína transportadora de tiroxina, etc.
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